¿Hasta que punto nos contradecimos?
Marcando por seguro que nunca haremos tal cosa o negando que somos un poco racistas, acomplejados, problemáticos, sexistas, homofóbicos y siempre
un poco locos.
¿Cuantas veces al día te engañas?
Dices algo y haces otra cosa.
Pues muchas.
Prometes y luego incumples.
Cínico.
Eres un cínico.
Todos somos cínicos.
Yo ya no fumo cigarros pero tengo uno prendido en la boca ahora mismo.
Exhalando humo gris, oscilante y a veces azul.
Vamos, sopla este mensaje entre tus dedos y rápidamente verás que desaparece,
como el humo de mi cigarro,
en la mismísima nada.
No puedo mantener mi carácter.
Mi persona se cuela a través de mi personaje, obligándolo a agrandarse para ajustarlo
y luego, colarse de nuevo.
Te digo:
El personaje es un límite pequeño que aprieta a un todo.
Un todo que es, a comparación de un alguien, que es y a veces no es.
Un mundo infinito que cambia siempre.
Un mundo que“cuando piensas que tienes todas las respuestas, tus preguntas cambian”.
Te cuento:
Mantenemos un pantalón apretado.
Una correa que te ayudaron a ajustarla gustosamente otros que la llevan igual y hasta más apretada.
Hasta que pierdes el balance,
a falta de circulación en la piernas,
y caes rendido al piso.
a falta de circulación en la piernas,
y caes rendido al piso.
————————
Saludos desde el piso, un abrazo o un beso
según prefieras.
según prefieras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario