miércoles, 4 de septiembre de 2013

Reflexiones 1


¿Hasta que punto nos contradecimos?

Marcando por seguro que nunca haremos tal cosa o negando que somos un poco racistas, acomplejados, problemáticos, sexistas, homofóbicos y siempre
                                  un poco locos. 



¿Cuantas veces al día te engañas?

Dices algo y haces otra cosa. 
Pues muchas. 
Prometes y luego incumples.
Cínico.
Eres un cínico.
Todos somos cínicos.
Yo ya no fumo cigarros pero tengo uno prendido en la boca ahora mismo.
Exhalando humo gris, oscilante y a veces azul.


Vamos, sopla este mensaje entre tus dedos y rápidamente verás que desaparece, 
como el humo de mi cigarro, 
en la mismísima nada. 



No puedo mantener mi carácter.
Mi persona se cuela a través de mi personaje, obligándolo a agrandarse para ajustarlo 
y luego, colarse de nuevo. 


Te digo:
El personaje es un límite pequeño que aprieta a un todo.
Un todo que es, a comparación de un alguien, que es y a veces no es. 
Un mundo infinito que cambia siempre. 
Un mundo que“cuando piensas que tienes todas las respuestas, tus preguntas cambian”. 


Te cuento:
Mantenemos un pantalón apretado. 
Una correa que te ayudaron a ajustarla gustosamente otros  que la llevan igual y hasta más apretada.
Hasta que pierdes el balance,
a falta de circulación en la piernas,
y caes rendido al piso. 

————————
Saludos desde el piso, un abrazo o un beso
según prefieras. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario