El ciclo pasado me metí a un curso en la facultad de psicología llamado sexualidad humana al que logré inscribirme con la excusa de que me ayudaría a escribir guiones. Ja ja. Guiones.
En él, estudié a Kinsey y sus investigaciones sobre el sexo en los años cincuenta. Entre otras cosas descubrieron que las mujeres exploran y se auto-satisfacen en un ratio similar al de los hombres y que aproximadamente el 85% admite hacerlo y el 15% restante, pues miente. También descubrieron que el 100% de hombres se masturba pero nadie tuvo que hacer un experimento o prueba para averiguarlo.
Ya. Ok.
Sin floros los datos no están equivocados: aproximadamente 85% de mujeres lo hace y cerca del 90% de hombres también y asumo que son probablemente más en ambos casos.
Así que ¿Dónde están todas las mujeres que lo hacen?
La mujer limeña promedio niega la masturbación por completo. Bueno, que importa, no necesitamos que hablen: las estadísticas ya nos lo dijeron.
"Ay nunca me he tocado los genitales pues eso no me da curiosidad". Sí, y yo me metí a la clase de sexualidad humana para mejorar mis guiones.
Miren mujeres limeñas, no me importa si no lo admiten. El tema del día es otro.
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Hoy me gustaría recorrer un tema que he hablado con pocos amigos:
¿En que afecta masturbarte antes de salir a seducir?
Alguna vez, alrededor del siglo XVII, William Shakespear se cuestionó:
“¿Masturbarme o no masturbarme? ¡He ahí la cuestión!”
La verdad que esto no fue aceptado por las masas de la época y Willy tuvo que cambiarlo a “ser o no ser”, a desagrado suyo y malogrando su obra maestra para siempre.
Shakespear, un soltero involuntario de alma y corazón, pensaba que si estás con un excesivo deseo sexual es probable que no te ligue con una chica de alto calibre. Estar recalentado te convierte inherentemente en un arrecho pulsero y posiblemente termines intercambiando la alta calidad estética de la mujer objetivo por una con aclamada “belleza interna” que brinde satisfacción inmediata y sin rodeos. A todos nos pasa o nos ha pasado. Mujeres incluidas siéntanse identificadas, y especialmente cuando todos estamos con tragos. Uy… Cómo la cagamos cuando estamos con tragos ¿No?
Por otro lado ¿Qué pasa que si te has masturbado intensamente el día mismo que tienes una fiesta? Tu motivación para conseguir pareja recae a cero. La sensación post orgásmica de no necesitar sexo te vuelve en una persona un poco (solo un poco eh) más pura e inmaculada lo que dure la salida nocturna. Es probable que en ese estado busques conocer su personalidad con una conversación y no su pechonalidad con tus manos. Pero, creo que esa realmente no es la mejor actitud para estar en un lugar dedicado a las diversiones bacanes (bacanes: provenientes de Baco, el dios de los excesos).
¿Por qué?
Pues te presentan a una mujer bellísima y tú la miras con la atracción sexual que te despierta un cuadro cubista, el segundo campanazo en la iglesia o el acto de comer una empanada con carne (hay varios fetiches extraños pero espero que al menos a diferencia de los perros de Ivan Pávlov, ninguno de tus órganos comience a lubricarse con un campanazo).
Pasa que si no estás un poco enardecido podrías aparentar soso y aburrido, al menos en una fiesta bacán con objetivos bacanes para satisfacer a dioses Bacanes: Jesús, aún tienes la oportunidad de convertir el mar en vino y aunque erradiques a la población de animales marinos alegrarías a muchos borrachos empedernidos y te convertirías en el dios más bacán. Yo sé que puedes y creo en ti. Amén.
Probablemente, en la fiesta, hubiera sido mejor que tu cuerpo no esté igual de relajado que una vaca kobe, de las que dicen alimentar con Sake para luego masajearlas diariamente. Sino altamente activo y emanando deseo sexual.
Por eso, podemos empezar a hablar de un punto medio en el cual tu arrechura está en el nivel indicado para seducir: un estado que puedes alcanzar adrede con práctica, un leve conocimiento de tu cuerpo y de sus pulsaciones sexuales. Y es porque uno no quiere estar igual de cachondo en una discoteca como en una cita.
Por ejemplo:
Es más conveniente estar con la presión arterial moderada en una salida romántica. Si el calor en tus genitales es más de 39 grados centígrados y tu corazón se dedica a suministrar sangre únicamente a tu zona inferior, tu cerebro se verá afectado, pues cortarle el importante suministro de sangre lo incapacitará para realizar operaciones delicadas como son las cenas románticas. Esto en especial va para los hombres, aunque las mujeres no se salvan de dichas calenturas ni carencias de sangre en lugares importantes.
En cambio, para una caminata a oscuras en un parque te convendrá quizá ser más picarón y mandado: Menos sangre en mi cerebro por favor.
A veces pasan cosas que no podrás prever y estarás más candente de lo que te gustaría en el cine o menos de lo que quisieras en un cuarto a solas. Así pasa.
Solo les digo: tengan en cuenta su onanismo para estar en el estado que deseen en el momento que deseen. Un buen intermedio.
Sí, hola, no es algo innovador, ustedes ya lo saben, solo se los estoy recordando ya que nadie lo suele hablar. Más nada, un beso o un abrazo según lo que prefieras y
¡Hasta pronto!
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